miércoles, 9 de diciembre de 2009

Cultura Caral

La civilización Caral o Caral-Supe (también conocida como Norte Chico) fue una compleja sociedad precolombina que incluía cerca de 30 grandes asentamientos humanos. El nombre se deriva de Caral, un gran sitio arqueológico ampliamente estudiado que se encuentra en el valle de Supe, al norte del departamento de Lima (región conocida como Norte Chico). Es la civilización conocida más antigua de América, que floreció entre los siglos XXX a. C. y XVIII a. C. en el período denominado Precerámico. Su existencia como la civilización mas antigua de América fue postulada por primera vez en 1997 por la arqueóloga peruana Ruth Shady. La compleja sociedad del Norte Chico emergió un milienio después de Sumeria, fue contemporánea con las Pirámides de Egipto y precede a los olmecas de Mesoamérica en cerca de dos milenios.

En la nomenclatura arqueológica, Norte Chico es una cultura precerámica del periodo precolombino en el Arcaico Tardío; presenta una ausencia total de cerámica y aparentemente carece de expresiones artísticas. El logro más impresionante de la civilización fue su arquitectura monumental, que incluía plataformas montículares y plazas deprimidas circulares. La evidencia arqueológica sugiere el uso de tecnología textil, y posiblemente adoración de símbolos representando a dioses, situaciones que concurren en las culturas andinas precolombinas. Se asume que se requería un gobierno sofisticado para liderar la antigua Norte Chico, y permanecen sin respuesta preguntas acerca de su organización, particularmente el tema de los recursos alimenticios y la función política.

El ámbito en el cual se formó corresponde a la denominada Área Norcentral Peruana, que comprende: los valles de la costa: Santa, Nepeña, Sechín, Culebras, Huarmey, Fortaleza, Pativilca, Supe, Huaura, Chancay y Chillón; los callejones serranos de Huaylas y Conchucos, junto con el altiplano de Junín, y las cuencas de los ríos Marañón, Huallaga y las cabeceras del Ucayali. En el Área Norcentral Peruana se conocía con anterioridad la existencia de asentamientos precerámicos a partir de los cuales se asumían organizaciones sociales de nivel jefatural. Destacan los de La Galgada, en el callejón de los Conchucos, Piruro en el Marañón, Huaricoto en el callejón de Huaylas, Kotosh en el Huallaga, Las Haldas en Casma, Los Gavilanes en Huarmey, Áspero en Supe, Bandurria y Río Seco en Huaura y El Paraíso en el Chillón.

Los arqueólogos han sabido de lugares arcaicos en el área desde al menos la década de 1940; el trabajo más antiguo se realizó en Áspero, en la costa, un lugar encontrado en 1905, y después en Caral, tierra adentro. Arqueólogos peruanos, liderados por Ruth Shady Solís, proveyeron la primera gran documentación de esta civilización a finales de la década de 1990, con su trabajo en Caral. Un trabajo presentado en 2001 en la revista Science, mostrando una investigación acerca de Caral, y un artículo en 2004 en la revista Nature, describiendo el trabajo de campo y la datación mediante radiocarbono a través de toda la zona, reveló la verdadera importancia de la Civilización Caral y llevó a que se propagara el interés.

CARAL CUNA DE LA CIVILIZACION ANDINA:

Se ha planteado sobre Caral que fue cede de una comunidad formada por varios linajes y dirigida por las cabezas o representantes de dichos linajes (Shady, Dolorier y Casas 2000) en donde uno de ellos sería el "principal" (¿Curaca?) y los otros sus contrapartes. Los Curacas de estos linajes conducirían y organizarían la vida de los habitantes de las diversas ciudades y pueblos contemporáneos a Caral como Áspero, Allpacoto, Miraya, Kotosh y La Galgada entre otros. Todos ellos compartían una misma tradición y formaron una amplia y bien organizada red de reciprocidad e intercambio (Shady, Dolorier y Casas 2000). Caral debió ser la cabeza de toda esta red. Lo que los mantuvo unidos fue la religión, que se usó como medio de cohesión y coerción (Shady 2004). La religión en esa época fue la política del estado para el control de la población (Shady 2004), de la producción de bienes y su circulación. Ello está representado en los grandes monumentos de carácter religioso (las pirámides) con sus plazas, atrios y altares del fuego sagrado en donde se llevaron a cabo las diferentes festividades del calendario ceremonial, símbolo de su identidad cultural (Shady 2004). Las periódicas reuniones y actividades conjuntas como la renovación de las pirámides permitían el reconocimiento del poder y fortalecían la identidad cultural (Shady 2004). Todo lo anterior es la base de la civilización andina y están presentes en Caral como los exponentes más antiguos de las principales instituciones peruanas de la época prehispánica, como la reciprocidad (sistema de intercambio y circulación de bienes y servicios), el calendario ceremonial (ligado a la producción, el cultivo y la pesca) o la construcción y renovación de los templos, entre las más destacadas.